9 de septiembre de 2012

Capítulo VI: Un nuevo comienzo.

Ciro fulminó la cocina con la mirada deseando que James y Judd estuvieran allí para verlo. Después de todo, su ira iba dirigida hacia ellos. No podía creer que hubieran tomado una decisión tan estúpida. Amy había llegado a su casa ayer, tan herida que podría haber muerto en la mesa de su cocina. Se encontraba perdida, sin memoria y sin recuerdos, y ellos pretendían que a la mañana siguiente se incorporase al instituto ¡Era de locos! Por supuesto, la idea había sido de Judd. Ayer, ya casi al final de la tarde, Judd había ido a casa de sus vecinos, los Záitsen, y les había pedido uno de los viejos uniformes Graciela, la mayor de las hijas, que tenía 14 años  pero que igualaba en estatura a Amy.


Al principio, James había hecho uso de su sentido común, y se había puesto de su parte diciéndole a Judd que era demasiado pronto para enviarla al instituto. Que ella necesitaba más tiempo para curar sus heridas. Pero cuando Amy se despertó para la cena con renovadas energías y ávida de respuestas a sus infinitas preguntas, James empezó a pensar que tal vez la idea de Judd no fuese tan descabellada.

Cuando Amy se acostó agotada de nuevo, volvieron a discutir sobre el asunto. Judd argumentó que sería beneficioso para la memoria de Amy hacer vida normal cuanto antes. Ciro insistía en la necesidad de que le dieran tiempo a la pequeña para recuperarse físicamente. Mientras James seguía indeciso, sin saber elegir cuál de las dos opiniones era la mejor para Amy. Pero entonces Judd había jugado sucio, y le había dicho a James que si enviaban a Amy al instituto sabrían, sin lugar a dudas, que Ciro no faltaría a clase. No la dejaría sola, y tenía razón. A partir de ese momento James había apoyado a Judd y la decisión había sido irrevocable.

Había preparado el desayuno y estaba esperando a que Amy bajara para comérselo. Pero la frustración lo acometía y seguía sin poder creer que tendría que llevársela con él al instituto. Ya estaba muriéndose de la preocupación y ni siquiera habían salido de casa. Suspiró y empezó a poner algo de orden en la caótica cocina. Su enfado no hizo más que crecer al ver que sino limpiaba él, nadie lo haría.

Al poco tiempo, Amy entró en la cocina, vestida con el uniforme de Graciela que le quedaba bastante bien, aunque algo ajustado en el pecho. Iba seguida de James, quien parecía estar usando a la joven como un escudo humano contra su sobrino. Amy se alegro mucho al ver la comida y le atosigó a preguntas sobre cómo la había hecho, mientras engullía su bollo y bebía su zumo de naranja recién exprimido. No fue fácil, pero consiguió satisfacer su curiosidad. Pronto descubrió que James se había encargado de explicarle a Amy a dónde irían esa mañana, cosa que fue un gran alivio. Hasta que se dio cuenta de que el asunto parecía ponerla nerviosa, lo que le hizo mostrarse muy hosco con su tío hasta que salieron por la puerta.

Por el camino Amy le cogió de la mano y el gesto le había parecido tan natural que no le dio importancia. Entonces se fijó en que la chica estudiaba su cara temiendo su reacción. Eso le hizo pararse en seco.

-¿Pasa algo?- preguntó, no quería que tuviese ningún motivo para temerle. Ella agachó la cabeza y centrando  su mirada en el negro abrigo que llevaba puesto. Le quedaba algo grande demás, pero aún así se veía hermosa, con la luz mortecina de la mañana sacando claros destellos de su pelo castaño.

- Es que pareces enfadado y creo que es por mi culpa- dijo con pesadumbre y luego apretó su mano antes de continuar- Pero es que vas muy rápido y tengo miedo de perderme.

Crio se quedó lívido, había tachado de desconsiderados tanto a James como a Judd. Pero el que la había hecho sentir mal con su actitud desaprensiva había sido él. Sin soltarla se acercó a ella y le levantó la cabeza con la mano libre. La diferencia de altura era notable, pero ella no parecía asustada y tampoco se apartó de su contacto.

-No estoy enfadado contigo- en cuanto lo dijo Amy pareció aliviada y le dedicó una fugaz que no le llegó hasta los aquellos intensos ojos verdes. Aún la embargaba la duda de no saber si le estaba mintiendo o no- Simplemente no estoy de acuerdo con la decisión de Judd y James.

-¿Por mi culpa?- la sola idea parecía atormentarla, era evidente que no quería que se enfadasen entre ellos por su causa.

-No, es sólo que yo pienso de una manera diferente a la de ellos, no es culpa tuya. Además te debo una disculpa- la sorpresa se dibujó en las facciones de Amy.

-¿Por qué?

-Primero por hacerte creer que estaba enfadado contigo, y luego porque por no haberme dado cuenta de que necesitabas ir más despacio- llevó su mano desde su cara hasta un de los mechones de Amy y lo retuvo entre sus dedos- Además quiero que sepas que puedes pedirme ayuda siempre que quieras.

De manera totalmente espontánea Amy le abrazó y sonrió, esta vez la alegría le llegaba a los ojos.  Era una sonrisa sincera, y Ciro le devolvió el abrazo estrechándola entre sus brazos.

-Te perdono- lo dijo de forma alegre y vehemente, pero de pronto pareció dudar- ¿Se dice así, verdad?- Ciro no pudo evitar echarse a reír.

-Sí, tranquila lo has dicho muy bien- su respuesta le valió otra sonrisa de la joven.

Continuaron el camino de la mano. Amy no paraba de hacer preguntas sin cesar de todo cuanto veía, aunque parecía evitar el tema del instituto. Ciro trataba de contestar a todo cuando podía, pues muchas veces ella no le daba tiempo a contestar. Ella lo examinaba todo con detenimiento  y Ciro se fijo en que a pesar de ir bien abrigada  temblaba y se esforzaba por no tiritar. Cuando llegaron al instituto Ciro se apresuró a meterla en el patio interior.

Amy estaba totalmente impresionada al ver la brumosa multitud de estudiantes que se agrupaba en corrillos. Cotilleando sobre cualquier tema, antes de que el timbre les indicara que debían subir a sus respectivas clases. La perplejidad se reflejaba en su cara pero no parecía amedrentada por la apabullante aglomeración de estudiantes. Se colocó detrás de Ciro y agarró la parte trasera de su chaqueta mientras este abría paso entre la gente.

Divisó a su amigo Vladimir, y se quedó ampliamente sorprendido al encontrarlo con Nika Kirchev entre sus brazos.  Quien parecía tener el rostro algo ensombrecido. Sabía que Vlad estaba enamorado de Nika desde que eran niños pero ¿Cuándo se habían hecho novios? Sonrió feliz por la pareja y se acercó a ellos.

-Falto un día al instituto y os convertís en la parejita feliz- meneó la cabeza con exagerada desaprobación. Los dos esbozaron somnolientas sonrisas pero aun así Nika se sonrojó.

-Eso parece- contestó Vladimir. Acto seguido se fijó en la presencia de Amy y le lanzó una mirada interrogativa. En realidad lo difícil habría sido que no reparara en ella, pues Amy había asomado la cabeza por detrás de Ciro y no le quitaba el ojo de encima a Vladimir. Parecía totalmente hipnotizada con su visión creando una situación algo incómoda.

-Os presento a Amy Nóvikov- mientras lo decía colocó a la pequeña delante de él. Al percatarse de que temblaba de frío, le rodeó la cintura con el brazo y la atrajo hacia si, en un intento por hacerla entrar en calor.-Fue atacada por los lobos y Kaleb la trajo a nuestra casa para que la curásemos.- Amy se había quedado petrificada y continuaba mirando a Vladimir con los ojos muy abiertos. Sin saber que hacer Ciro decidió continuar hablando.- Las heridas se le están curando bastante bien, pero ella no recuerda más que su nombre y su edad- bueno eso y a Kaleb, pero no vio ningún motivo para mencionarlo.- Se quedará con nosotros hasta que encontremos su hogar- un incómodo silencio los acogió a los cuatro y Ciro tuvo la imperiosa necesidad de romperlo- Esto... Amy estos son Vladimir Kornovski y su reciente novia Nika Kirchev.

Amy asintió silenciosa, con la mirada todavía clavada en Vlad, del todo ajena a la tensión en el ambiente. Se mordió el labio y parecía estar debatiéndose entre decir algo o no.

-¿Por qué tu pelo es de otro color?- la pegunta de Amy iba sin duda dirigida a Vladimir y Ciro no pudo menos que echarse a reír. Amy debía de estar muriéndose de curiosidad. Vlad era el primer chico rubio que ella veía y sin duda era todo un complicado misterio para la pequeña. Su risa resultó contagiosa para los otros dos jóvenes y ese fue el turno de Amy para sonrojarse.

-Es que yo soy rubio, pero eso es normal, no soy el único, ya verás como a lo largo de la mañana ves a más gente como yo.- Vlad le sonrió afectuosamente- Y con un poco de suerte verás a algún pelirrojo, aunque por aquí no hay muchos la verdad- Amy parecía concentradísima absorbiendo su respuesta. Pero enseguida recuperó su estado jovial y dejó caer su atención en Nika, que sonreía tímidamente aunque divertida por la situación. Ciro estaba seguro de que Amy repararía de inmediato en su parecido con Kaleb. No se equivocaba, la chispa de reconocimiento que encontró en sus esplendidos ojos verdes se lo confirmó. Era una chica lista y muy observadora.

-Mi hermano ya me había hablado de ti, pero pareces más sana de lo que él recordaba ¿Cómo es que te incorporas  tan pronto al instituto?

-Porque Judd y James piensan que es lo mejor para mi,- respondió alegre- para que recupere mis recuerdos,- su voz descendió una octava antes de añadir- pero Ciro no piensa lo mismo y se ha enfadado mucho.- dijo mientras la seriedad se pintaba en su rostro- Pero no es culpa mía ¿sabes?- al añadir esto último parecía tan sorprendida que provocó las risa de los tres muchachos dejándola un poco confusa.

El timbre sonó, Vlad y Nika se marcharon a sus respectivas clases y Ciro guió a Amy hasta la suya, en la que gracias al director coincidían ambos. En el aula el profesor Oler hizo una pequeña presentación de Amy, poniendo al tanto a los alumnos de su precaria situación. También les informó de que se le había mandado un comunicado a las demás clases, para evitar posibles infortunios.

Amy descubrió que sabía leer y escribir con soltura, y Ciro nunca había visto a nadie tan eufórico como ella  en ese momento. Más tarde en el recreo se volvieron a encontrar con Nika y Vladimir, a lo que Amy no tardó en ponerlos al corriente de sus descubrimientos, de forma muy alegre y efusiva.

Al poco rato de terminar su relato, Amy bajó la mirada al suelo y empezó a retorcerse los dedos. Seguía temblando de frío y Ciro sabía que no había conseguido entrar en calor en toda la mañana por lo que se preocupó de nuevo por su salud.

-¿Puedo hacerte una pregunta, Nika?- era la primera vez que Ciro la veía pedir permiso para preguntar algo. La miró perplejo y entonces comprendió lo que sucedía. Amy se había dado cuenta de la timidez de Nika y se estaba esforzando por no incomodarla.

-Claro, pregúntame lo que quieras- la sonrisa de Nika era tranquilizadora pues el nerviosismo de la pequeña era palpable. Aun así Amy hizo una pausa antes de atreverse a hacer su pregunta.

-¿Por qué te pareces tanto a ese chico?- al instante todos comprendieron que se refería a Kaleb.

-Porque es mi hermano- Nika se apresuró a responder, con un tono de muy suave, que Ciro nunca le había oído antes, tratando de tranquilizarla. En respuesta Amy alzó la cabeza confusa.

-¿Qué es un hermano?

-Pues verás, cuando dos o más personas comparten los mismos padres, se dice que son hermanos ¿Sabes qué son los padres, no es cierto?- Amy asintió en una respuesta silenciosa y se relajó un poco al comprobar que Nika no se había ofendido por su pregunta.

Se acercó a Ciro y apoyó la cabeza en su pecho, el comprendió que algo había cambiado en su humor y la rodeó con los brazos.

-Sé que son los padres, pero no sé dónde están los míos. Si es que los tengo claro.- una profunda tristeza se reflejaba en voz y Ciro entendió que había acudido a él en busca de consuelo.

Nika se acercó a ellos y cogió una de las pequeñas manos de Amy entre las suyas.

-Lo sabrás, te lo prometo- la solemne mirada de Nika se encontró con la desconcertada de Amy. A quien sin duda le había infundido una gran determinación cuando asintió de nuevo.

Ciro se preguntó, si Nika sería consciente de que con aquel pequeño gesto, se había granjeado el incondicional afecto de Amy.

Cuando acabaron las clases la pareja fue a despedirse de ellos. Ciro estaba muy contento porque al fin estuvieran juntos. Había sido sabedor de los profundos sentimientos que Vladimir sentía por Nika, y ahora parecía que ella le correspondía.

Por el camino de vuelta a casa, escuchó como Amy repetía todas y cada una de las palabras que profesor Oler había dicho en su clase de historia, solo que ahora parecían francamente interesantes. Al parecer esa había sido la clase favorita de Amy. 

Al llegar a casa Ciro preparó la comida, mientras Amy revoloteaba a su alrededor y observaba atentamente todo cuanto hacía. Su tío y Judd se unieron a ellos en cuanto se sentaron a la mesa. Charlaron relajadamente aunque sin duda Amy llevaba la mayor parte del peso de la conversación. Cuando acabaron ella intentó ayudarles a recoger pero sus fuerzas no se lo permitieron. La mañana había estado cargada de sobrecogedoras emociones para ella, agotando sus energías. Sus heridas acompañadas del cansancio, no la estaban ayudando. Pasó el resto del día en cama, pero esta vez, aunque sabía que Amy se había excedido, Ciro lo dejó correr. No quiso volver a discutir sobre el tema, pues era innegable que hacer vida normal había sido bueno para Amy, tanto a nivel psicológico como a emocional.

Angie.     
  
  
Glorysneg Highschool

3 comentarios:

  1. OMG. CIRO ES UNA MONADA. Debo admitir que al principio no me había caído del todo bien, pues me parecía el típico chico gruñón que busca carne para comer o "comer" (ya entiendes). Pero la verdad es que lo veo muy protector con Amy *-* Se porta muy bien con ella, y eso de pasarle el brazo tanto por encima, JUJUJUJUJUJU (SOBRE TODO LA PRIMERA VEZ, cuando Amy tenía frío XDDDD Dios, en ese momento estaba en plan OH MY GOD, aquí hay rollo rollo <3). Ahora Ciro me cae bien *-*
    HA SIDO SÚPER CUQUI CUANDO AMY LE HA COGIDO LA MANO Y EL OTRO SE HA DISCULPADO Y ADFAJPDFIAJDPFAPIO.
    Lo de preguntarle a Vlad por qué su pelo era diferente me ha matado xDDD Pobre, es como una niña pequeña <33 *^* Me da pena y me encanta a la vez :'D OIX OIX OIX ES QUE ES TAN MONA QUE ENTRARÍA EN LA HISTORIA Y LE COGERÍA DE LOS MOFLETES *^^* <33
    "¿Por qué te pareces tanto a ese chico?"
    AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW<33333 LA ADORO.

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  2. LO SIENTO, me he quedado a medias porque ha venido mi madre "APAGA ESE ORDENADOR" y aquí me tienes de incónito con el móvil u.u
    En fin, que Kaleb me gusta para Amy, pero ahora Ciro también D: (me odiarás por esto, pero debo hacerlo: Cimy *-*). Kamy Cimy Kamy Cimy D: Estoy en un bucle T^T Es que Ciro ha sido demasiado adorable en este capítulo D': Aiix, cuando la abrazaba<3 Qué cosa más mona *^* ¡Me lo como! :3

    En fin en fin en fin, que me vuelvo cansina u.u
    ¡La escuela me encanta! *-* El edificio de la foto es muy... antiguo... y muy... ruso *_____*

    ¡Un capítulo genial! :D ¿Para cuándo el 8? ^^ (Pido el 8 porque sé que el 7 lo escribe Emily y dijo que ya estaba *-*).

    ¡Besos!<3

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    Respuestas
    1. JAJAJAJAJAJAJA
      Bien veo que Ciro tiene éxito jeje es un chico muy protecctor con las personas que le importan :D

      No te odio por lo de Cimy, pero es que cada vez que mezclas así los nombres me cuesta mucho dejar de reír xD

      Y para el capitulo 8 tienes que esperar un poquito porque salen muchos personajes nuevos y estoy intentando que se refleje bien la personalidad de todos. De todos modos creo que en dos o tres días lo habré acabado.

      ¡¡Besos!!

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